3.16.2019

Cuatro días de oscuridad.

Caracas, Enero 1958
La electricidad se va con frecuencia, unas cuantas horas al día cada cierto tiempo, se han vuelto bastante frecuentes desde febrero, aunque no se cual es la diferencia entre frecuente y una vez a la cuaresma (casi nunca). Siento que perdí la percepción de lo que puede ser normal o un abuso, se han vuelto normales tantas cosas, ya es normal que de camino a la U vea personas hurgando en la basura para un poco de comida, que ya conozco a más de una persona que come una/dos veces al día, personas que me tocan el hombre y me preguntan si tengo plata o comida que puedas darle. 
En mi comunidad hay mas de una familia que vive con lo poco que puede comprar un sueldo mínimo y algo mas, incluso me pregunto como comen o como podemos comer en mi casa. 


Durante el fallo eléctrico a nivel nacional, el mas largo que se ha vivido, desencadeno una serie de problemáticas (que describo en los siguientes párrafos),  que hicieron sufrir a un país entero. Cuando quedamos a oscuras era una noche calurosa (clima normal en la zona donde vivo, son unos treinta grados durante el día), pensamos que pronto volvería, quizás en la madrugada cuando todos estuviésemos dormidos o en un par de par de horas. Después de 20h los alimentos descongelados corren el riesgo de podrirse si no se consumen a tiempo, las carnicerías hacen descuentos para salir de la mercancía, incluso la venden a precio de costos, con el transcurrir de las horas el precio solo iba en picada. 

El agua se convirtió en un recurso preciado durante esos cuatro días oscuridad, sin electricidad no hay agua en la ciudad, debido a las constantes fallas de agua y luz es difícil mantener a tope las reservas. Las colas de agua eran kilométricas en cualquier llave que tuviese un poco de agua, fue tanto que uno de mis vecinos no pudo bañarse sino hasta el tercer día, otra vecina me pidió agua para tomar en varias ocasiones, sin importar si era potable o no, hice pipi en el patio para evitar agotar las reservas de agua y me limpie el coño con hojas de reciclaje porque hace mucho tiempo dejamos de comprar papel higiénico (incluso algo tan básico se ha vuelto costoso para un ciudadano promedio). Al regresar la electricidad hubieron noticias como "caraqueños desesperados buscaron agua en rió Guaire por fallas eléctricas"  y me parece inhumano los medios a los que muchos venezolanos tuvieron que recurrir para obtener un poco de agua.

Aquellos que no padecimos por no tener alimentos en casa fuimos los mas afortunados, muchos viven comprando lo que se va a consumir durante el día y no durante el mes, como solía hacerse antes. Sin electricidad no hay internet, sin internet no hay plataformas bancarias, para ponerlos un poco mas en contexto: debido a la inflación y el poco valor que tiene el bolívar, se necesitan muchos billetes para comprar un kilo de alimento, el efectivo se utiliza para lo necesario (como pasaje en el transporte publico), por lo que al ir a comprar lo que sea utilizamos los puntos de venta. Los puntos de venta, pago móvil y transferencia se han convertido en nuestra salvación y único medio de pago, por lo que sin electricidad ni servicios se dificulta hacer cualquier tipo de compra, así que aquellas personas con muy pocas reservas de comida tenían que arreglárselas como pudiesen y emprender una búsqueda de aquellos comercios con generadores eléctricos. Entre las cosas de las que me entere después del apagón es que en grandes ciudades como Caracas los comercios recibían dolares como medio de pago.  

Las bodegas que poseían artículos como velas y kerosene, caían en la especulación,  una practica bastante normal que se ha convertido en el pan de cada día, que un producto se venda hasta tres veces su precio normal es algo a lo que muchos ya estamos acostumbrados y las velas no fueron la excepción, la especulación rayo en la exageración, por lo que muchos decidimos pasar nuestras noches a oscuras, pero no por mucho tiempo. Ya no recuerdo en que día o a quien se le ocurrió hacer lamparas caseras con un frasco de vidrio, una mecha y liquido inflamable, pero de repente cada vecino tenia una en su casa.
En el cuarto día se declaro estado de emergencia y horas después dejamos de estar a oscuras. 

Desde ese día cada vez que falla la luz tengo miedo de pasar cuatro días mas a oscuras, cada vez que pasamos momentos de pánicos como estos, me sorprendo de como muchos no se dejan derribar, como mis vecinos con todo lo que padecían se las ingeniaban para dar solución a problemas cotidianos, nuestra capacidad de sobrevivencia es increíble. Pensando y analizando mi entorno, la paciencia es algo que ha mi parecer nos esta jugando en contra, durante esos días sin electricidad esperábamos pacientemente a que regresara, todos en casa, totalmente tranquilos, aguantando tanto, siempre esperando e intentando mantener una buena actitud, ¿Para qué hacer un alboroto si todo seguirá igual? y es así como seguimos aguantando, normalizando situaciones inhumanas y me pregunto en que momento los Venezolanos nos convertimos en seres cautivos sin darnos cuenta. 

La verdad es que me encuentro desesperanzada y con de ganas huir porque a veces siento que es mucho, en el fondo todos estamos así, con el corazón un poquito arrugado. 

Un abrazo, Adriana. 

4 comentarios:

  1. Un aplauso, es lo que te mereces Adriana.
    No sabes qué tan a flor de piel sentí todo lo que escribiste. Hablaste con sinceridad y sin tapujos, y todo lo que sea escrito de esa manera, está bien escrito y es buena lectura. Todo el mundo debería enterarse de lo que estamos pasando y cómo lo vemos nosotros, por personas como tú es que la gente afuera debería concientizarse un poco con respecto a lo que está pasando. No simplemente opinar sin saber y ya. Me gustaría hacer una entrada como ésta y dar mi perspectiva sobre cómo vivimos los del occidente esta catástrofe, que a diferencia, fueron cinco días. Podríamos enlazar nuestras entradas y hacer un tipo posts complementarios.

    Un abrazo para ti también, Daniela.

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    1. Todo eso que mencionaste era lo que quería lograr al escribir este post.
      Afuera hay muchas personas desinformadas con respecto a lo que pasa en Venezuela actualmente, este es solo mi versión, allá afuera hay personas que viven situaciones mas difíciles. Ya quiero leer tu versión de los hechos, me entere que fueron 5 días para algunos.
      Saluditos baby!

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  2. Hola Adriana ��
    Mucho tiempo sin pasar por tu blog, o bueno, en verdad, sin comentar, ya que he leido cada una de tus entradas, pero por problemas de Blogger no logro comentar desde mi cuenta ��. Ya desde tu última publicación moría de ganas por ponerme al dí con los comentarios y hoy finalmente he cogido el computador y abierto blogger específicamente para esto.

    Quise empezar con esta entrada ya que es la que más me ha tocado y dejado pensando durante varios días. Desde que supe de esta noticia estuve pidiendo mucho por Venezuela y aunque con cada día que pasa siento que la situación va a peor, siento que la luz al final del túnel está a la vuelta de la esquina y, como el ave fénix, tu país renacerá de las cenizas. Sé que eres una mujer valiente y que estas luchando contra todas estas adversidades, pero por si acaso, te quiero recordar que nunca debes rendirte, pase lo que pase deber dar la pelea, al final la vida sabrá recompensarte y cada batalla habrá valido la pena.

    Aunque no hablemos mucho, ni a menudo, sabes que aquí tienes una amiga dispuesta a ayudarte.
    Te quiero ❤.

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  3. Hola! Encontré tu blog revisando uno antiguo que ya no usaba.
    Me impactó mucho tu relato, sabía de las situaciones difíciles que están pasando por lo que sale en las noticias, pero leerlo de alguien que lo está viviendo en carne propia es mucho más duro. Ya ni siquiera creo que hayan palabras que decir al respecto, sólo que nadie merece vivir eso por culpa de sus gobernantes.

    Aunque veo que es una entrada antigua, voy a seguirte. Espero que andes bien.
    Saludos

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